Cantabria contará con un Campus Tecnológico de Centro de Datos de gran capacidad, que supondrá una inversión de más de 3.600 millones de euros, “la mayor en la historia de la comunidad”, la creación de más de 1.500 puestos de trabajo en la fase de desarrollo del proyecto y más de 1.450 durante la etapa operativa.
Con una superficie de 637.000 de metros cuadrados y una ubicación estratégica en los municipios de Piélagos y Villaescusa, se desarrollará en tres fases, estará centrado en inteligencia artificial y desarrollo de cloud, y será “uno de los más grandes y avanzados de Europa”, que incorporará a Cantabria “a la revolución tecnológica que supone la transformación digital”.
En términos económicos la inversión es similar al presupuesto autonómico o a una cuarta parte del PIB regional, “pero más allá de eso, Altamira abre un abanico de oportunidades inmenso, puesto que además de crear riqueza y empleo, va a ser un proyecto tractor que impulsará la transformación de nuestro tejido productivo hacia sectores más innovadores y la atracción de empresas tecnológicas de primer nivel como Meta o Google”,
Además, se ha destacado la “ubicación óptima y la conectividad privilegiada” de Cantabria, dos aspectos “claves para la viabilidad de un proyecto como Altamira” y se ha referido al activo que supone para la región el cable submarino ANJANA, promovido por Meta, que conecta Cantabria con Carolina del Sur y que entrará en funcionamiento este año. “Uno de los cables de mayor capacidad del mundo, lo que refuerza el atractivo de Cantabria como destino para la inversión tecnológica”.
Tal y como ha detallado, la previsión es que las obras de la primera fase empiecen en menos de un año, en enero de 2026, una vez que concluya la tramitación del proyecto singular de interés regional (PSIR) que ya está redactado y que el Gobierno espera aprobar en diciembre.
El objetivo es que las obras de las fases dos y tres, que también se acometerán a través de un PSIR, comiencen en 2028, de manera que el Campus Tecnológico de Centros de Datos Altamira comience a operar en 2032.
El proyecto se va a desarrollar en una parcela de 636.432 metros cuadrados en el polígono de la Sociedad Vipar, sin desarrollar desde hace 18 años, y en un suelo industrial completamente nuevo a desarrollar en los municipios de Piélagos y Villaescusa, en una ubicación estratégica en torno a la A-8, la S-30 y su conexión con la A-67, muy cerca del puerto y el aeropuerto.
La subestación de Penagos, de 220.000 voltios, proporcionará la potencia necesaria para el proyecto: 100 megavatios en 2028 y 500 en 2030.